miércoles, 15 de junio de 2016

Reseña: La Reina Roja - Victoria Aveyard.

                     

Título: La reina roja. 

Autora: Victoria Aveyard. 

Editoral: Grantravesía. 

Páginas: 464

Edición: Pasta blanda.

Precio: 16.95 euros. 

Sinopsis: 

En la escuela aprendemos acerca del mundo anterior a éste, el mundo de los ángeles y los dioses que vivían en el cielo y gobernaban la Tierra con amor y bondad. Algunos dicen que son sólo leyendas, pero yo no lo creo. Los dioses aún nos dominan, han descendido de las estrellas y no les queda ni un ápice de bondad. 

En una sociedad dividida por el color de la sangre, los Rojos luchan por sobrevivir bajo la sombra de los Plateados, superhumanos con poderes terribles que les permiten manejar el mundo a su antojo. Pero cuando revela que Mare Barrow -una joven ladronzuela Roja- tiene también esas habilidades, es llevada al mundo de los Plateados. Allí descubrirá que el poder es un juego peligroso y que la única certeza es la traición. 

Opinión personal: 

La reina roja ha sido un boom en la literatura juvenil y ¡no es para menos! Traición, amor, rebeldes, guerras, todo esto se une en una novela juvenil que aunque la trama principal es bastante típica y muchas veces se hace evidente lo que ocurrirá en las próximas páginas, tiene un giro que a mí me dejó con ganas de más. 
Aún así, hay algunas cosas que suceden demasiado rápido y muchas veces se queda en el aire, sin llegar a estar bien explicado y genera un poco de confusión.

A grandes rasgos, la protagonista, es una persona fuerte, decidida e independiente, que acepta el destino que le toca vivir tal y como hicieron sus hermanos cuando cumplieron los dieciocho: la guerra. 
Mare está más que dispuesta a aceptar la vida que le ha tocado vivir pero un giro de los acontecimientos, ella termina en palacio, donde conoce a los dos príncipes, a la reina y al rey y descubre que cualquiera puede traicionar a cualquiera. Allí descubre que no todos los integrantes de la corte están a favor del rey y encuentra amigos incluso en ese lugar. 

Por mi parte, debo decir que este libro me ha encantado, empecé con ganas debido a las críticas y he terminado con aún más ganas de seguirlo, aunque en algunos momentos se me hizo pesada tanta narración. 






jueves, 12 de mayo de 2016

Sin ti.

Quiere mis silencios,
entiende mis miradas,
aquellas que no necesitan
ninguna palabras.

Que no te gusten mis sonrisas,
esas,
que le doy a todo el mundo.
Mejor que te gusten mis ojeras,
esas,
que están tapadas excepto para ti.

No me hace falta la típica historia de amor,
tú no eres Romeo,
yo no soy Julieta,
esto no es ninguna obra,
y aquí nadie se muere de amor.

Y sí, lo sé.
Soy un Don Juan para los tropiezos,
un imán para los problemas.
Pero es que ya,
nada me queda,
sin ti.

sábado, 2 de abril de 2016

Pérdida.

No entiendo las personas que dicen que te quieren, que les importas, que temen perderte, que se desviven por ti los primeros meses y que luego, luego te dejan a la deriva. Con tus problemas, con tu soledad, con tu oscuridad, preguntándote qué has hecho mal, en qué te has equivocado.

Y luego es tu culpa, porque decides irte sin avisar, sin decir adiós, sin despedirte. Tú eres la que juega con sus sentimientos, la que hace daño, la mala de la película, pero, ¿quién se para a preguntar por qué te has ido? ¿En qué se han equivocado? ¿En dónde metieron la pata? Nadie se pregunta el porqué de tu dolor, el porqué de tu indiferencia, el porqué ya no te importan, el porqué ya no te interesan. Nadie, nunca hace eso.

Ninguno de esas personas saben que tú lloraste por ellos, que te agarrabas a cualquier síntoma de esperanza con tal de no irte, que no sabías cómo actuar con ellos para que no notaran tu dolor, para hacerles creer que todo iba bien, que todo era perfecto. Y te encontrabas así, fingiendo ser feliz, que no te dolían sus descaros, su indiferencia, el sentir que no les importas, que ya no te quieren, que han de tener miedo a perderte.

Cuando deberías haberles dicho al principio: cuando dejéis de tener miedo a perderme, será cuando me habréis perdido.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Te olvidé.

Han pasado doscientos cuarenta y dos días,
veintisiete horas,
quince minutos
y dieciocho segundos.
Y puedo decir, que te olvidé.
Apenas consigo recordar,
cómo era tu perfume,
cómo era la sensación,
de tu mano en la mía.
O cómo era dormir en la misma cama.
No consigo rememorar con nitidez
el primer beso,
la primera conversación,
o el primer 'te quiero.'
Han pasado doscientos cuarenta y dos días,
veintisiete horas,
quince minutos
y dieciocho segundos.
Y puedo decir, que te olvidé.
Pero si vinieses ahora
y me dijeses que me quieres,
no tardaría ni dos segundos
en recordarlo todo.

jueves, 24 de marzo de 2016

Me querías.

Dijiste que me querías
mirándome a los ojos
y yo tan ingenua,
creí tu vil mentira.

No pretendas esconder
la oscuridad de tu alma,
que si yo la descubrí,
otro lo hará mañana.

Luchas con tus demonios
alimentando a los míos
haciéndome sentir culpable
de algo que ni yo entiendo.

Y si esto es el amor,
que Dios me arranque el corazón,
para dejar de sentir este dolor
que me está consumiendo la razón.

martes, 8 de marzo de 2016

Es la persona más bonita del mundo.

Se levanta despeinado. Quizás haya días en los que se levante incluso sin ganas de dar un paso, de meterse en la cama y seguir durmiendo un par de días más. Pero se levanta.
Se levanta y camina hacia un nuevo día que parece ser igual o peor que el anterior.

Pero la tiene la sonrisa más bonita del mundo. Aquella que rompe y hace cualquier cosa. Aquella que muestra dolor más absoluto y felicidad más extrema. La sonrisa que oculta lágrimas, que oculta dolor.

Aún así, no deja de ser la más bonita del mundo.

Pocas veces ríe, pero cuando lo hace parece que hasta que le duele, como si no lo mereciese, y aún así es la risa más bonita del mundo. El sonido más doloroso y más dulce que puede llegar a mis orejas. Una risa que esconde miles de heridas.

Seguramente parezca un chico de lo más normal, pero si miras en sus pequeños detalles, en el lunar que tiene en el hombro izquierdo, o en la forma en la que ladea los labios diciendo: 'eres un caso perdido' o simplemente te dejas perder en sus ojos cafés, te darás cuenta, que es la persona más bonita del mundo.

miércoles, 24 de febrero de 2016

La educación está prohibida.

Quiero hablar de educación. Quiero hablar de la educación de este país basada en la memoria. En repetir un tema de historia o de lengua como si se fuese un loro. Aquel sistema que denomina 'inteligentes' a los de ciencias, 'torpes' a los de letras, 'inútiles' a los de artes y 'confusos' a los de sociales.
Ese sistema en el que un niño es catalogado con un número y que ese número delimita sus capacidades, ¿eso es educación? No señores, eso NO es educación.

La educación no puede ser competitividad, no puede ser individualismo, no puede generar problemas de salud tales como el insomnio, ansiedad o estrés. No se puede estar seis horas dando una lección y que por la tarde se tenga que estar otras seis horas para hacer todo el trabajo que se manda.

Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz. Educan para la competitividad, que es el principal motivo por el cual ocurre una guerra.

¿Dormir 8 horas? ¿Eso es posible? No. No es posible al menos para un estudiante de segundo de bachillerato en el cual su día se basa en oír la palabra 'selectividad' cada dos minutos y escuchando frases con: 'tú debes sacar más nota, si no, no entrarás a ninguna carrera.' A todas esas muletillas que ya nos conocemos, le sumamos la propia presión que te impones a ti mismo. 'Tengo que sacar X en un examen si quiero tener X nota en la evaluación porque si no, no llegaré a...' ¡Basta! ¿Acaso queremos crear una sociedad competitiva? ¿Una sociedad con una humanidad que no llega más que a lo que a ellos les beneficia? ¿Una sociedad en que los artistas son tratados como una basura porque no tienen una Licenciatura Superior o porque su bachillerato tiene historia de la música en vez de física o matemáticas?

Por otro lado, profesores sin vocación, ¿por qué os dedicáis a esto? ¿para aliviar vuestras propias frustraciones? ¿para poder hacer pagar el daño que os han hecho a vosotros de pequeños?

Lo único que se me ocurre decir es que la educación está prohibida.