Dijiste que me querías
mirándome a los ojos
y yo tan ingenua,
creí tu vil mentira.
No pretendas esconder
la oscuridad de tu alma,
que si yo la descubrí,
otro lo hará mañana.
Luchas con tus demonios
alimentando a los míos
haciéndome sentir culpable
de algo que ni yo entiendo.
Y si esto es el amor,
que Dios me arranque el corazón,
para dejar de sentir este dolor
que me está consumiendo la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario